Las cámaras de fotos analógicas iniciaron su despedida hace 20 años, cuando fueron desplazadas por las digitales, tanto en los modelos portátiles como en las semi profesionales y las profesionales.
Una década atrás, la irrupción de los móviles con sus dos, tres y hasta cinco lentes de alta calidad sacaron del mercado a las cámaras digitales más pequeñas.
Pero hay un nicho de cámaras analógicas que resistió estas olas tecnológicas, y son las que permiten realizar fotografías instantáneas en papel, la recuperación de una moda que llegó a principios de los ’80, y que vuelve para confirmar la magia que tiene ver una imagen impresa.
Al momento de elegir una cámara, hay que tener en cuenta al otro gran protagonista de este fenómeno: el papel fotográfico. No son fáciles de conseguir, pero todavía quedan varias casas de fotografía o grandes superficies que los venden.